Despierta, curiosa, adaptable y móvil, Leocadia necesita cansarse físicamente, sino su nerviosismo enseguida se vuelve invasivo. Impaciente, ágil, rápida, le gusta que las cosas vayan rápido, sin lo cual se vuelve irritable e iracunda. Es una persona muy independiente, para quien la libertad es sagrada, por eso es más bien alérgica a las obligaciones. Distinguida, sensible al efecto que produce, se pone de ejemplo y se preocupa por la opinión de los demás. Su aparente facilidad de contacto, su capacidad de expresión, pueden desconcertar a su entorno. Podría creerse que es superficial: ¡y no lo es, para nada! Bajo una apariencia divertida, bromista, se esconde una mujer seria, profunda y púdica. Prefiere guardarse los problemas para ella. Autoritaria, voluntaria, aunque inquieta, sabe asumir responsabilidades. De temperamento nervioso, no conoce la inactividad y siempre está ocupada. Atraída por la aventura, es raro que no se vea tentada por los viajes y otros lugares. De niña es inquieta y necesita que la hagan sentir segura y valorizada, ya que duda de sí misma. Por otro lado, puede tanto ser inestable, indisciplinada, como ordenada y buena. Todo depende del momento y de la educación que reciba. Habrá que inculcarle la noción de los límites, respetando sin embargo su independencia. Entonces, se restablecerá la confianza y Leocadia se realizará. Cuidado igualmente, con no adoptar actitudes rígidas o severas que podrían bloquear su vida emocional.